Seguramente el nombre no diga mucho a los gijoneses de momento. Y puede que quizá nunca llegue a decirlo. Pues lo que ocurre con los sitios que tiene un predecesor de los grandes es que suelen recordarse por sus anteriores nombres. Ginkgo es el nuevo restaurante de El Sirenito, “el nuevo Sirenito” se comenta. El Sirenito abrió sus puertas como local de sushi a domicilio y para llevar hace más de un año. Fue uno de los pioneros, y pese a lo extraño y quizá poco cool de su nombre –e incluso el logotipo- triunfó desde el primer día. De todos es sabido que es de los sitios donde mejor preparan el sushi de Gijón. También de los más caros, pero con una diferencia mínima que bien merece la pena pagar. Pues bien, estos días el antiguo Sirenito permanece cerrado hasta nuevo aviso, pues su propietaria y cocinera está dedicada a un nuevo proyecto que muchos le pedían a gritos. El Sirenito en formato restaurante, Ginkgo.
El local no puede estar más cerca del El Sirenito original. A pocos metros, en la misma calle (Melquíades Álvarez), e incluso en la misma acera. El local es lo que era antes el Restaurante La Colegiata. Sus anteriores propietarios se han asociado con el saber hacer de El Sirenito y el resultado es de lo mejor. Un local renovado, minimalista y acogedor que nada tiene que ver con el anterior. Empezamos bien, pues apetece entrar.
Como puntos a favor sobra decir que la excelente mano en la cocina japonesa de Miriam, propietaria de El Sirenito. Pero además, me sorprendió gratamente que la caña fuera de la cerveza asturiana Caleya, delicia pura. La oferta de cervezas artesanas es muy amplia, tanto a nivel nacional como internacional, aunque de momento no tiene carta de cervezas como tal. El local es perfecto y la decoración colabora mucho a hacerlo acogedor y adecuado a la oferta gastronómica. Madera maciza y mucho verde. Eso sí, para la próxima, en la medida de lo posible, pediría mesa en la zona del bar, pues la acústica del pequeño comedor del fondo nos dio algo de guerra. Al haber un par de grupos grandes casi se oía más a los demás que a los de nuestra propia mesa o incluso a la camarera.
Como podéis observar, a la famosa oferta de sushi y gyozas de su predecesor se unen los entrantes y los postres. En forma de croqueta japonesa (korokke), sopas de miso o coco, diferentes tipos de tartar y tataki. El precio medio por persona ronda los 20 o 25 euros y lo ideal es dejarse aconsejar. La oferta de sushi en todos sus formatos es la que predomina sin duda en la carta, se hace difícil elegir, pero sin duda, los uramakis son la variedad estrella de El Sirenito y por tanto también de Ginkgo. Además vienen con una novedad, se puede pedir a la parrilla. Una pena que esta opción no estuviera disponible en nuestra primera visita, todavía están rodando y la incorporarán más adelante. Repetiremos para cerciorarnos y para probar todos esos imprescindibles que se nos han quedado en el tintero.
Gynkgo
Melquíades Álvarez, 3. Gijón
984 11 87 84