Haciendo referencia al ‘menos es más’ del decálogo que publicamos en su día sobre tendencias o manías a la hora de valorar un restaurante , hoy traemos un chigre. Que hacía mucho que no volvíamos a ahondar en esta categoría y en la riqueza de los chigres, sidrerías y casas de comidas asturianos, donde si bien es importante la estética en cuanto a preservar los rasgos característicos locales, también lo es la austeridad. Porque el valor añadido en este caso está en los sentidos. En el olor a sidra, en el chigrero de turno, risueño o fanfarrón, en los paisanos que no despegan el codo de la barra y que dan su carácter al local, o en el paseín que hay que dar hasta el baño, que está debajo de un hórreo, donde se nos queda el ‘sistema’ helado para volver después con ganas a la mesa a por un culín de sidra.
Visitamos El Furacu, en Villaviciosa, con estas ganas de autenticidad y después de una temporada haciéndome de rogar tras la insistencia de los mejores prescriptores de esta sidrería, la familia Gancedo, mi particular ‘familia’ villaviciosina o maliaya entre los que se encuentra un gran bloguero, ‘Secretos del viajar’.
Y es que en El Furacu además de disfrutar de todo ese carácter típico de una sidrería, donde el ritual del escanciado y la sidra son el alma del local, se come de vicio. Pescados como la raya guisada o las clásicas parrochas han conseguido formar parte también de ese alma. En cuanto a las carnes, el hígado al ajillo se lleva la palma, aunque no siempre lo hay disponible, y también otro clásico, los escalopines al Cabrales.
Aquí os dejamos algunos imprescindibles que hemos probado y repetido en varias ocasiones bajo la acertada prescripción de Ramón de Secretos del viajar:
Raya guisada
Parrocha en temporada
Merluza a la cazuela
Calamares en su tinta
Hígado al ajillo
Escalopines al cabrales
Sidrería El Furacu Plaza del Ayuntamiento 26 Villaviciosa. Asturias 985 89 11 89
Comer en El Furacu es comer en casa, y quien se cansa de comer en casa? NADIE Es por eso que voy al Furacu como los peces del rio, y vuelvo y vuelvo y vuelvo y vuelvo, pero no solo a beber sino también a comer uno de esos maravillosos platos caseros que nos cuentas Srta. Salazar. Una sidra escanciada como tiene que ser y a temperatura, una cocina casera y un trato cercano y familiar; que más se puede pedir…!! Que abran uno en el cielo…!! Ahh, los precios, razonables donde los haya. Muchas gracias por tus menciones y enhorabuena por un GRAN blog. Abrazo. Secretos del Viajar. http://www.secretosdelviajar.blogspot.com
Y te falta el frito de pixín,inprescindible esa fritura que Aurora la borda, les Xulies frites,claro, todo no se puede probar el mismo día,eso de comida que no es poco productos de la cesta de la compra elevados a cocina de linea gourmet,porque parece fácil una simple andarina cocida pero no son todas iguales,
Detalle el más importante, cuidan la sidra como una muñeca de porcelana y trabajan los mejores palos de sidra de Asturias por la cuenta que les tiene a los llagareros eso simpre, es referencia para todos los expertos de sidra y llagareros saber que palo de sidra tiene Naredo,de casta le viene al galgo su padre era un catador de sidras que ahora ya no existen,creo
y no sigo,me gustó mucho el post,pero para mi gusto un poco escaso en detalles importantes de una sidrería no cualquiera
mecachis,perdonad pero no me acorde de corregir el escrito anterior gracias
Gracias por los comentarios! Abel, está claro que El Furacu no es una sidrería cualquiera y seguro que hay muchos más platos por probar. Así que con los comentarios enriquecéis este post 😉
Mitiquísimu y muy bueno!